lunes, 28 de marzo de 2016


 Características de una relación con maltrato psicológico:

—Te anulan la autoestima: te dicen o te hacen sentir que no sirves para nada, que eres un o una inútil, te ningunean, te desprecian. Esto, a su vez, hará que no te sientas «capaz de irte», de acabar con aquello, puesto que piensas, ¿a dónde voy a ir?

—El maltratador/a te da órdenes que tienes que obedecer y sientes que no tienes ninguna opción de quejarte o de expresar disconformidad, porque va a ser peor.

—No te permite ser quien eres, hacer las cosas que te gustan, ir a los sitios que te hacen disfrutar.

—Te van alejando cada vez más de tu gente, te hablan mal de tu familia, de tus amigos, y de todos los que te quieren hasta que te quedas sola/o.

Te juzgan: lo que  haces, cómo eres, cómo hablas... Te llevan a que cambies.
.



—El maltratador/a te culpa de lo que sucede, incluso de cosas que te son ajenas, haciéndote responsable d

Inicio de Grupos para Superar la Dependencia Emocional y Vinculos Toxicos

NOVEDAD!!!

QUIENES QUIERAN INSCRIBIRSE PARA EL INICIO DE LOS GRUPOS DE DEPENDENCIA EMOCIONAL  Y RELACIONES TOXICAS INSCRIBIRSE ENVIANDO UN MAIL mibarrolaoliva@hotmail.com o llamar al 156-3749009                                                                                                                                                                                                                                                                                                         Lic. Martina Ibarrola
                                                                      Psicologa



domingo, 8 de noviembre de 2015

Amor o Dependencia Emocional


¿ AMOR o DEPENDENCIA EMOCIONAL

Por qué hay tantas personas que viven en relaciones en las que no son felices, no tienen ilusiones, y sienten los pasos por su dia a dia como una lucha constante para conseguir un único objetivo: que aquello funcione?
En estos casos, la vida de uno pierde peso e importancia, ya que solamente hay un punto de mira para nuestros ojos y nuestra mente: el otro. Este ´otro` acostumbra a ser una persona a quien no aceptamos, que no nos gusta como es, como piensa, como actúa. Le reprochamos y le reclamamos muchísimas cosas: que sea más cariñoso, que nos preste más atención, que nos escuche, que sea más comunicativo, que deje de hacer esto o aquello, que tenga ganas de compartir más cosas y quizás también que coincidan nuestros valores principales, cosa que en estos casos, es muy probable que no sea así.
Es injusto no crees? Que mantengamos una relación con otra persona a la que no aceptamos, que en realidad no nos gusta y que le estemos exigiendo continuamente (a través de nuestras quejas) que cambie? Que le pidamos que sea como nosotros queremos? Dicho de otro modo…que deje de ser quién es. No les

parece injusto?
Lo es, pero muchas veces, cuando ésto pasa, no es tan fácil darse cuenta, tomar conciencia de que ésto es justamente lo que estamos haciendo, con nuestra vida y con nuestra pareja.
Y caminamos, paso tras paso, por nuestro dia a dia, sin ver que no estamos viviendo. Estamos estancados en un punto muerto, obsesionados con el otro, con que cambie, con que aquello funcione algun dia.
Creemos y gritamos a los cuatro vientos que lo que sentimos es un amor gigante hacia el otro, que le amamos tantísimo…y este es el argumento que utilizamos para justificar `por qué no nos damos por vencidos y dejamos de luchar´
Les puedo asegurar que cuando uno vive una relación de este tipo NO ES AMOR lo que siente, sino DEPENDENCIA EMOCIONAL.
En la mayoria de casos de Dependencia Emocional Afectiva, aparte de lo mencionado, hay otra característica muy común: el maltrato psicológico. La persona que sufre esta adicción al otro, empieza a permitir cosas, tratos, acciones…que por sus valores, creencias y personalidad jamás aceptaria. Pero lo hace…generalmente por miedo a perderlo. Por temor a que el otro se sienta decepcionado y nos abandone. Y así cada vez permitimos más hasta que llega un punto en el que ya no sabemos ni como somos realmente. No nos conocemos…pero tenemos claro que nosotros no somos asi.
Y lo más duro es que aun así, a pesar de ver que no somos felices, que no nos gusta aquella persona, que no es lo que queremos…la más lejana idea de separarnos, de dejar aquella relación, nos aterroriza. No lo podemos ni imaginar.
De todas maneras si nos escuchamos, si nos permitimos conectar con lo que dice nuestra voz interior, podremos darnos cuenta, aunque sea en momentos puntuales, de cual es nuestra situación. De que necesitamos un cambio, de que aquello no puede continuar eternamente así, haciéndonos más daño el uno al otro, dia tras dia. El darnos cuenta, es un paso imprescindible para empezar a movernos, a modificar cosas. Y ya saben que la relación es un sistema, y cuando mueves una pieza en un sistema, todo el resto se modifica para reajustarse a la nueva forma. Y en consecuencia, surgen cambios.
Inevitablemente cuando algo se mueve en el sistema, todo cambia.
A pesar de todo, les aseguro, se puede.
Se puede terminar realmente con una relación que ya hace mucho que acabó.
Se puede soltar esa persona, sin que nos pase nada grave, sino todo lo contrario.
Se puede volver a empezar, encontrando de nuevo nuestros sueños escondidos y dandoles un lugar preferente.
Se puede mirar hacia dentro sin miedo y sin cese, hasta volver a encontrarnos.

Puedes ser feliz caminando hacia tus objetivo, sintiéndote LIBRE y  VOLVIENDO A SER TU MISMO

viernes, 15 de febrero de 2013




Una aproximación a la dependencia emocional

Existen relaciones que pueden ser tan tóxicas como ingerir una droga. La necesidad afectiva extrema hacia una persona puede llevar a elecciones inadecuadas y abusivas caracterizadas por una gran violencia emocional. Las personas que se involucran en estas relaciones son capaces de hacer cualquier cosa para evitar que la relación termine a pesar de las consecuencias negativas en todas las áreas de su vida. Es de gran importancia reconocer y trabajar sobre este patrón vincular para poder brindar el tratamiento y la recuperación adecuada.
La dependencia emocional impregna la mayoría de los vínculos afectivos. Estos vínculos se basan en la proyección del poder personal en un otro/a. Como el centro de poder está puesto fuera de sí, la consecuencia es: relaciones tortuosas y vínculos tóxicos. El otro/a actúa de forma similar a la dosis de la droga que consume el adicto a sustancias. Cuando hablamos de tratamiento y recuperación adecuada por un lado mencionamos el tratamiento psicoterapéutico, pero también hay una herramienta muy valiosa que son los grupos terapeuticos.
La presencia de un grupo que escucha y acompaña a quienes comparten dolores semejantes, donde no se dan consejos ni se hacen interpretaciones, donde la ayuda que se ofrece es desde la propia experiencia lograda en la recuperación tiene un invalorable efecto curativo logrando recomponer  áreas de nuestras vidas que parecían ya perdidas. Y sentir que podemos lograr mitigar de alguna manera el dolor y sufrimiento que nos aqueja no solo el propio sino el del ser humano con el cual compartimos esa experiencia, por lo cual nos comprometemos a nivel personal, grupal, y social creando un compromiso de ser agentes de cambio y bienestar.  
 El  aporte de los que hacen años que concurren a los grupos a los demás integrantes, los testimonios donde se pudieron establecer cambios que sirvieron para mejorar la relación, es un estímulo para continuar explorando juntos. Se trata de transitar por una senda diferente , se trata de hacernos responsables de nuestras propias vidas  y no proyectar constantemente en los demás lo errado de nuestras elecciones. 

miércoles, 19 de septiembre de 2012



Amarse a uno mismo  - Autoestima
Los seres humanos llegamos a la adultez, convertidos en el resultado de todo aquello que hemos vivido en la infancia y la adolescencia. Es principalmente en la infancia, cuando nos nutrimos de todo aquello que nos rodea, cuando incorporamos una serie de creencias sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre la vida.
Adquirimos  un auto concepto y una autoimagen a partir de como se comportan con nosotros, como nos hablan y la cantidad de cariño que recibimos. Y esas ideas sobre uno mismo nos van a acompañar toda la vida en forma de verdades absolutas, que por mucho que desde la razón comprendamos que no son ciertas, sentiremos que nos duelen en lo más profundo de nuestro ser.
A su vez, esas creencias nos traerán unas consecuencias negativas para nosotros y para aquellos que nos rodean. Nuestra autoestima dependerá de ellas.
Consecuencias negativas de las falsas creencias sobre uno mismo:
-          Verse mal físicamente. Hay personas que no pueden ni mirarse al espejo porque se dan asco, y eso es ¡ TAN TRISTE PARA UN SER HUMANO !! SOMOS MARAVILLOSOS!!! Nos criticamos constantemente y rechazamos nuestro cuerpo por cualquier motivo de escasa importancia. Puede que nos veamos feos y con numerosos defectos físicos.
-          Menospreciarnos. Nos sentimos poca cosa, poco inteligentes, poco ingeniosos, aburridos,  y por ello, damos por hecho que no vamos a interesarle a nadie.
-          Compararnos. Debido a lo poco atractivos e interesantes que nos vemos, siempre nos comparamos con otras personas que según nuestro criterio son mejores, y en consecuencia, aún nos hundimos más-         
Celos. Como es de imaginar, si uno se considera tan poco, va a tener miedo de que su pareja se fije o se vaya con otra persona, puesto que creen que cualquiera va a ser mejor que ellos.
-          Maltratarnos. Es una manera de castigarnos por ser así (en nuestra mente, claro). Adoptamos conductas dañinas para uno mismo: comer mal (comer alimentos poco o nada sanos, no comer, comer compulsivamente, etc.), no hacer nada de deporte (tan y tan importante para la salud física y psíquica de las personas), fumar, drogarse, etc.
Éstas son algunas de las consecuencias más importantes aunque podríamos hablar de muchas más.
En cualquier caso, el tema siempre es una cuestión de amarse a uno mismo. Se trata de menospreciemos y que nos insultemos, no nos vamos a convertir en otra persona diferente. Somos quién somos, y debemos aprender a agradecerlo cuanto antes. Cuando nos maltratamos así, suele ser porque nos maltrataron en alguna época lejana. Nos hicieron mucho daño, y aun así, ahora seguimos haciendo lo mismo con nosotros. Parece increíble pero esto es lo que acostumbramos a hacer, hasta que tomamos conciencia de ellos y empezamos a cambiarlo.
¿No creen que vale más la pena Amarse a uno mismo y tener una buena Autoestima?

miércoles, 20 de junio de 2012

CEDER NO ES ACEPTAR

CEDER NO SIGNIFICA ACEPTAR
Lidia vino a la consulta porque leyendo un artículo sobre dependencia emocional, se sintió absolutamente identificada con lo que le pasó con su anterior relación de pareja. Sufrió también maltrato psicológico hasta que logró salir de allí. Su marido la trataba mal, la humillaba, le hacia sentir que no valía para nada y logró que se creyera incapaz de conseguir nada por si misma.

Ahora Lídia estaba en una nueva relación en la que explicaba que estaba de maravilla. Era un hombre cariñoso, sensible, que la amaba y la hacia sentir muy bien, aunque a veces le generaba celos y cierta ansiedad.
Su pareja, Alfredo, era un hombre muy sociable y extrovertido, que tenía una relación especial con sus amigas y ex parejas. Periódicamente, le gustaba ir a cenar y al cine con alguna amiga suya o con alguna antigua novia con quien mantenía una buena relación. Y ésto, Lidia no lo llevaba nada bien.


Ella se ponía terriblemente ansiosa cada vez que ésto sucedía. No podía evitar sentir una mezcla de rabia, ira y celos, aunque en verdad lo que le pasaba era tan simple como que eso que él hacía, no le parecía bien.
Él pasaba largos ratos intentando explicarle las mil y una razones por las que ella debía comprender que no hacía nada malo, que era algo normal, que solo hablaban y se reían un rato con sus cosas...y lo cierto es que cuando él le explicaba, ella lo comprendía, le parecía que incluso tenía sentido y que debía hacer un trabajo personal para que eso no le afectara de aquella manera.


Y es justamente en éste punto, donde empiezan muchos problemas en las relaciones de pareja. A Lídia no le parecía bien lo que Alfredo hacía. No le gustaba que su pareja hiciera eso, que se comportara de aquel modo. Y por muchas veces que se repitiera a si misma que lo comprendía, no lo aceptaba. Y por muchas veces que se repitiera que conseguiria aceptarlo, que tenía que aceptarlo, eso no iba a pasar. Y no iba a pasar porque eso no encajaba con su manera de concebir la relación, no encajaba con sus valores.
Cuando la manera de actuar de nuestra pareja no encaja con nuestros valores más importantes, es absurdo que nos convenzamos y nos obliguemos a aceptarlo, a que nos parezca bien su proceder porque no lo vamos a conseguir.


-Si nos decimos a nosotros mismos que ya lo aceptamos, estaremos renunciando a quienes somos, a lo que somos, a aquello con lo que nos identificamos.
-Si entramos en una lucha despiadada por conseguir aceptarlo, nos vamos a desgastar hasta tal punto que perderemos toda la energía en el intento y lo más probable es que acabemos con algun síntoma físico producto de la ansiedad que estaremos obligándonos a soportar.

-Si vivimos con la esperanza de que él se de cuenta de que eso no está bien (eso creemos nosotros), y ya llevamos años de relación, es absurdo seguir creyendo en imposibles. Si eso fuera posible ya habría pasado, dadas las reiteradas discusiones por el mismo tema. Si no ha hecho nada al respecto hasta el momento, es porque no ve por qué. Es porque no entiende lo que sus actos generan en nosotros, y al no ser capaz de ponerse en nuestra piel, no puede proponerse modificarlos ni un poquito. O no quiere, lo cual me parecería perfecto, ya que él es como es y tiene que encontrar una persona que lo acepte y esté cómoda con su forma de ser.


Me gustaría sobretodo remarcar ésta última idea. No se trata de juzgar u opinar sobre si está bien o mal la manera de proceder de Alfredo, sino de ver si Lidia acepta que su pareja actúe así, si le gusta tener una pareja que actúe de esa manera. Probablemente sienta incluso odio cuando eso pasa. Y en éste caso, la relación no tiene muy buen pronóstico.
Como siempre digo, estoy totalmente en contra de los que opinan que una relación de pareja es una lucha, de que quien te quiere te hará sufrir, etc. Una relación debe ser fácil, llevadera, hay que fluir. Si no fluyes en ella, ¿qué sentido tiene seguir allí?

viernes, 20 de abril de 2012

A pesar de estar en pareja, debemos sostener las amistades




 El valor de la amistad
Es bien sabido que no hay nadie impresdindible en esta vida, pero lo que también es cierto es que hay un ingrediente, nacido del amor, que es totalmente necesario para que seamos felices: los amigos.

Si digo que la amistad es algo que hay que alimentar y cuidar, igual que cualquier otra relación, puede parecer algo evidente, pero demasiado a menudo nos olvidamos de ello. Y cuando por cambios inesperados en nuestro camino, en los que nuestro equilibrio se desmorona y tambaleamos de pies a cabeza, miramos a nuestro lado y vemos que hay personas pendientes de nosotros que nos ofrecen su apoyo incondicional...eso es amor.

Es muy diferente sentirse solo y estarlo a sentirse solo y tener buenos amigos.
Cuando estamos en una relación de pareja es cuando más tenemos que vigilar de no “dejarlos abandonados”. Es cierto que estar en una relación implica ponerle mucha energía pero debemos vigilar de no aislarnos. Algunas veces por la inercia y la dinámica del dia a dia nos vamos separando y desconectando pero ya sabemos que en ninguna relación hay garantias, y si ésta se acaba (lo cual pasa con mucha frecuencia), tener un círculo de amigos sólido nos va a ayudar enórmemente.
Asimismo, aunque estemos en una relación de pareja, debemos mantener nuestro propio círculo (el de cada uno de los dos). No puede ser que todo sea la relación y no tengamos espacios privados de cada uno, ya que de no ser así, la relación se acabará resintiendo. Es necesario que nos guardemos espacios en la agenda para compartir con los amigos de cada uno, para hablar para ayudar o ser ayudados por ellos, para reír, para sentir esos vínculos fuertes entre nosotros.

Y cuidar a los amigos significa pensar en ellos, demostrarles con hechos que nos importan, practicar la escucha activa cuando nos hablan, ponernos en su lugar cuando tienen problemas y tenderles la mano si es necesario...


Cuando uno pasa por un camino difícil en el que conecta con la soledad, y mira a su lado y ve un amigo, es cuando realmente lo valora. Pero debemos intentar no caer en ese error, debemos intentar valorarlos antes de que nos encontremos así.
Y si debido a las circunstancias nos pasa esto y no tenemos a nadie al lado, es muy importante que empecemos a hacer una lista de actividades, lugares, etc donde podemos ir para conocer gente nueva, para empezar a generar un círculo que a la larga puede ser muy importante.


No lo ovidemos, los seres humanos tenemos la capacidad de superar cualquier adversidad, pero si estamos solos, si vivimos sin amor, nos vamos a marchitar poco a poco