viernes, 9 de marzo de 2012

La busqueda del autentico si mismo

LA BUSQUEDA DEL AUTENTICO SI MISMO

EL AUTENTICO SI MISMO
“No es fácil encontrar la felicidad dentro de nosotros mismos, pero es en el único lugar donde se puede encontrar”
Hay una diferencia primordial entre la curación y la recuperación, la primera alude a algo estático, y habla de una gran omnipotencia, de buscar la perfección, por lo cual caemos en un modelo que no nos a ayuda a evolucionar, la segunda a algo en constante movimiento conduce a revisar los modelos de comportamiento adictivos que permanecen latentes y que deben ser revisados una y otra vez.
Se trata de una reeducación emocional. Para arribar a ese lugar hay que llegar a salir de la negación y hacer un proceso de por el cual llegamos a lo más profundo de nuestro ser, lo que nos lleva enfrentarnos  con la culpa, primero culpa por  ser dependiente y segundo culpa por dejar de serlo y abandonar el rol idealizado de salvador y cuidador.
Discurrir en la verdadera identidad implica identificar cuestiones sustanciales de nuestro propio ser, por lo cual necesitamos transitar nuestras emociones, aprehenderlas, tomarlas, hacernos carne de ellas , ponerles un nombre porque la única manera de salir de la angustia y de ese vacío existencial es identificarla, ya sea como miedo, soledad, abandono, pérdidas o carencias muy tempranas ,acontecimientos traumáticos posteriores o actuales, en resumen  dolores del alma que tenemos muy escondidos y que transitan en nuestro corazón tal vez desde hace mucho tiempo.
Por lo cual nos permitiremos  resignificar situaciones traumáticas, perdidas, frustraciones y además arribar a un estadio esperanzador en pos de lograr una mejoraría en nuestras vidas.
Lo que se puede reconstruir del  pasado sirve para el presente, para entender esa sensación de soledad, esa sensación de constante inseguridad., no hay nada ni nadie, solo soledad.
La realidad es deformada en forma constante, la percepción falla y nos hacemos una propia construcción.
Todos tenemos una identidad familiar, creada en la infancia por modelos y mandatos, por creencias por mitos por secretos familiares etc
Es muy difícil modificar esas creencias  y más desterrarlas y afrontarlas. Tiene que ver con aquel primer contacto, primordial, donde somos tan pequeñitos e indefensos, donde estamos a merced de otro que nos funda como personas, ese hermoso juego de recibir un beso, una caricia también funda emociones y tenemos poco recuerdo de haber vivido algo parecido, que no parece haber existido nunca.
Hay allí una frontera, donde rebota todo intento de poder entrar.
Esto hace que vayamos al encuentro de nuestra propia identidad, basada en el auténtico atravesamiento de nuestra propia historia lo que nos permitirá abrazarla, quererla y lograr desterrar los habituales comportamientos que nos llevan a ejercerlos una y otra vez. Y repetimos y repetimos en forma constante.
Las distancias afectivas fueron muchas, los roles familiares eran insuficientes, luego aparecieron alianzas y coaliciones y los eventos signicativos siempre eran  de una violencia tal que era preferible callar, comportarse como si nada estuviese ocurriendo, la regla de conformar un falso yo, para que esa escena “tan temida” no vuelva a aparecer era mejor vivir para agradar, que para sufrir., había que evitar todo eso sutilmente. Una estrategia más para mitigar el dolor y la ansiedad.
Permitimos subordinarnos al otro, entablando relaciones absolutamente asimétricas por pánico a la ruptura. El principio de realidad no funciona adecuadamente, aparecen los autoengaños, no se logra observar las cosas tal cual son., cuando no sabes que hacer lo único que tienes que hacer es quedarte quieto y esperar lo que te signa el organismo. Las señales que nos da el cuerpo comienzan a aparecer, lo que no significa que las registremos, comienzan a sonar señales de alarma por todos lados sin embargo seguimos casi anestesiados.
No podemos soportar una mera revisión de nuestras vidas, retornar a aquellos dolorosos lugares, es incómodo, poco atractivo , la tenacidad demostrada en otros ámbitos no se proyecta para nuestra vida misma.
Aparece la crisis de abstinencia, los dolores del alma son intensos, sobrevienen a pesar de nuestros esfuerzos.
Y volvemos a ejercer el control omnipotente sobre nuestros afectos más cercanos, caemos en la sobre exigencia desmedida para con nosotros y los demás, en la ausencia de confianza en nosotros mismos y en nuestro propios sentimientos, olvidándonos de nuestras propias necesidades, con un pensamiento que se bifurca entre los polos opuestos, el todo o nada, tolerando comportamientos indebidos en los otros, haciendo gala de nuestro bajo nivel de autoestima, y desplegando mil dificultades en los cotidiano, para resolver los conflictos. Los límites no son parámetros para nosotros.
El cambio desde darse de adentro hacia afuera, estableciendo limites funcionales para armar una nueva estructura.
Atravesar un duelo no es tarea agradable, es pasar por lugares muy dolorosos y tristes, desangrar la herida, llorar amargamente por lo perdido, internarse en la oscuridad y someterse a la más dramática de las experiencias, caminar con ese dolor no es fácil, los demonios habitan nuestra alma y los momentos de intensa soledad, las largas noches se tornan tan frías como interminables.
Ante el dolor se registra como un shock como un embotamiento aquello se torna tan triste como inesperado, es como inaugurar una nueva sensación, casi inentendible,  nos negamos a aceptar este momento que nos toca vivir, nos gustaría vivir en el más absoluto de los aislamientos, deficitariamente de las relaciones personales, lloramos por soledad sin darnos cuenta que esa sensación la hemos habitado más de una vez, estando con otros y estando solos. a la vez, luego sobreviene una especie de ira contenida, por lo cual solo nos resta descargarla de una  vez y reprocharnos casi sin compasión, sin embargo, nada de esto sucede, rápidamente todo vuelve a su antiguo lugar, todo es como era antes, caemos en la desesperanza , con un pensamiento desorganizado, con poca consistencia, la depresión sobreviene una vez más. Casi siempre subyace agazapada la tristeza y la irritabilidad., poca paciencia para mi mismo y  una inagotable paciencia para cualquier persona que lo requiere. Jugando un juego repetitivo y hasta monotemático.
No hay alimento que satisfaga esta desnutrición emocional, los tiznes descalificaste se imponen sobre los deseos de reconocimiento, sintiendo ser manipulados rígidamente por la ansiedad
Tenemos una visión negativa del si mismo, del mundo y del futuro, ideamos catástrofes, con una gran incapacidad de dar algún signo vital. Nos sentimos poco capaces, todo se percibe como una amenaza  o como un fracaso.
 Todas las situaciones vividas están impregnadas de una intensa emoción, pero de total y absoluto miedo, generando pensamientos  muy tristes, que hacen de la vida, algo poco interesante.
Con esa intensa apatía por los placeres de la vida, nada nos gusta, no hay lugar para otros afectos el preponderante es la inhibición, el intenso cansancio, solo el auto reproche nos saca del agobio que se siente, no  hay una mínima expresión de valoración, la voluntad está cegada por un negro  porvenir, cuesta salir de esos pensamientos de culpa.
Dormir es un verbo poco frecuente ya que se utiliza esos momentos solo para habitarlos de fantasmas, solo la ansiedad de llegar al otro día satisface meramente nuestros deseos, porque los despertares tempranos son signo de haber pasado por un insomnio certero, oscuro y sinuoso. La alquimia de lo dramático hizo su trabajo y las ojeras y el cansancio corporal hacían estragos en la anatomía
La mente persiste en seguir con algo que nos resulta insuficiente , los parámetros intelectuales siguen intactos , seguimos criticándonos, juzgando y culpabilizándonos .,  hasta que aparezca algo que nos haga salir de esa masa intelectual.
Con estas crisis podemos renovar nuestras necesidades vitales, pero sabemos que en algún lugar está la verdad, lo sentimos, tal vez la vida nos impide estar atentos, pero no todo es desconocido para nosotros., solo  que sentimos orgullo, miedo y una gran obstinación.
 Sacarse de encima la basura psíquica, llamándole a esta esa avidez por la intelectualidad, dejando de lado nuestra propia esencia, porque entender, conocer, investigar,  nos hace sentir mejor aunque sea por un breve momento.
Surge así la carencia del sentido de si mismo, con el consecuente y archiconocido vacío interior aquel que se llena solamente satisfaciendo a los demás, creyendo que todo es poco para agradar a quienes  nos rodean, por que constantemente estamos buscando la aprobación ajena, adormeciéndonos emocionalmente, es decir que es como vivir anestesiado, y a la vez con una intensa tensión interior, sin satisfacer nuestras necesidades emocionales y espirituales.

Que paradójico decir que siempre hay un temor a asumir riesgos apropiados, sin embargo somos expertos en revelarnos ante las figuras de la autoridad, porque somos incapaces de ver la gravedad o no de lo que estamos viviendo y esa distorsión nos lleva a involucrarnos en graves situaciones sin darnos cuenta
Quedamos ubicados en un lugar propicio para la violencia emocional y todo esto pude terminar en enfermedad, locura y muerte., la compulsión por ahora gana la batalla..
 Estamos viviendo en una sociedad donde todos es excesos son permitidos, donde la insistencia sobre el mejorar la imagen de ser estéticamente perfectos nos hace que perdamos nuestra autenticidad.
Será porque nos faltó aquel sostén en la infancia, no hubo un contacto amoroso, una caricia en el momento adecuado, y la presencia materna  se tornaba insuficiente. Nos transformarnos en seres insatisfechos, bloqueados para entablar profundas relaciones y creamos dependencias excesivas, somos seres desapegados, vivimos protestando ante el mundo, llenos de ira y de violencia. Siempre faltó aquello de afrontar los problemas familiares en forma saludable, quedando con una gran incapacidad para expresar y registrar nuestras emociones.
El deseo de “algo” que llene un vacío interior nos empuja, no permite pensar, se da una respuesta de acción inmediata , creando una insoportable tensión , hay que eliminar esa tensión sin poder pensar si es bueno o malo , y por siempre ocultando algún otro dolor., es un placer ligado al  un dolor, llevándonos a no aceptar lo perdido que nos llevará a perder todo.
La obsesión contamina todas la áreas de nuestra vida, apelando a cualquier cosa para calmar la ansiedad., donde dejan de funcionar los registros emocionales.
Entonces los otros nos acusan de invasores, controladores, manejadores, que obturamos el crecimiento de los demás.
Llevando a cabo el abuso emocional, con burlas, ironías  descalificaciones crueles, desdén, falta de consideración, porque no tomamos en cuenta los datos de la verdadera realidad del otro.

Tal vez faltó la tan mentada estimulación ambiental, nuestras neuronas no decodificaron adecuadamente y aquel crítico y sensible sistema nervioso se desordenó y se complejizó demasiado.
Por eso las verdaderas emociones son un terreno absolutamente desconocido, respondemos ante nuestro temperamento pero las emociones positivas como la alegría, la felicidad, la euforia, son sensaciones extranjeras.
Por esa falta de expresar nuestras emociones y sentimientos a veces nos trabamos en una intensa lucha con nosotros mismos, a veces queremos fugarnos a la isla desierta más cercana o también nos sentimos paralizados presos de una invierno, frio , helado con tan bajas temperaturas que nos proponen la inacción , eso de quedarnos petrificados ante cualquier hecho o situación.

Todo eso, por el momento nos resulta gratificante, se repite una o otra vez ese circuito obteniendo la recompensa de lo “conocido” de lo apremiante, transformándolo en un ritual  es ese anhelo, donde la voluntad fracasa y necesitamos el apremio placentero y doloroso a la vez, que gratifica y se desea una y otra vez, que no se puede detener, lo inventamos, lo recreamos  y  el stress que genera no es suficiente para frenar tanta avidez, tanta voracidad y tanta rabia.
Buscamos algo más, creemos que algo fuera de nuestro verdadero si mismo puede darnos felicidad y satisfacción, ese algo más siempre está al alcance de la mano y si eso no está lograremos crear alguna otra situación, que cumpla con nuestros parámetros.    

Luego de pasar por estos duros momentos solo queda reconocer la realidad, ver que las lágrimas han cesado, aquellas largas noches son ahora acompañadas por el lento tic tac del reloj , pero ya no suena amenazador, ya que empezamos a entender que somos una grata compañía para nosotros mismos, los miedos tan temidos son ahora , viejos conocidos y sobreviene inexorablemente reconocer que esta es la realidad que nos toca vivir.
Tal vez la palabra aceptación no esté nuestro diccionario, pero se pueden empezar a reconocer raras
Y hasta incómodas palabras, casi en desuso, porque hasta ahora el alimento era el sufrimiento y por fin sobreviene la  aceptación, después de un largo camino, que parecía que nunca iba a acabarse, tan largo como nuestro egoísmo, tan grande como nuestro narcisismo herido, el cual yace sigiloso y lento.
“Por muy larga que sea la tormenta, el sol vuelve a brillar entre las nubes, a veces, se pierde lo muy bueno buscando lo mejor”
Nos cuesta increíblemente arribar a ese punto , los trazos del dolor que antes eran agudos ahora son sórdidos, son meramente imperceptibles , entonces aparecen rasgos de una incuestionable separación emocional, nos separamos del horror, nos separamos de la toxicidad de los vínculos, afianzamos las decisiones que nos hacen bien., hacemos un largo y violento movimiento hacia el vacío, antes incapaces de llenarlo, aunque sea con un pedacito de nosotros mismos, fruto de haber  tenido la valentía de dejar ese largo y angustioso letargo y comenzar a desvincularse de aquello que nos hace tanto daño, que ha calado tan hondo , pero no obstante se inicia una larga despedida, como entrever que con ella comenzamos a caminar por lugares más amigables sin escenas de hondo dramatismo, sin corroer nuestra alma con pensamientos rumiantes y obsecuentes con lágrimas interminables ni luchas internas hacia nosotros mismos , por eso existe la palabra  “recuperación”
Nos ponemos a revisar nuestros vínculos y nos animamos a desaprender un modelo internalizado, para establecer una nueva relación consigo mismo, para ganar confianza en que hay una vida con mejores posibilidades aceptando que la vida está en constante movimiento y lo único permanente es el cambio utilizando todas las herramientas que nos da el sentido común.
Esta verdadera crisis es una situación que no se puede enfrentar con los antiguos recursos por lo cual debemos hacer un cambio, pensar de distinta manera y sentirse otro.
Es necesario romper estructuras, saber que hay personas que son confiables, que se pueden abrir nuevas puertas, con el compromiso propio, dándonos la paciencia y todo el tiempo del mundo intentando entender quiénes somos., porque todos sabemos que tenemos una necesidad de reconocimiento. Es una nueva ideología que genera la verdad propia. Mi anterior verdad se superó por esta otra verdad, es una nueva construcción. Hay que arribar a una dirección propia, de la mano de la tolerancia hacia nosotros mismos, aceptando las incertidumbres que nos presenta la vida misma, comprometiéndonos paso a paso, con auto aceptación y autorresponsabilidad. Somos ya adultos, no tenemos ya una familia que nos cuide, ahora nos transformamos en nuestros propios padres, los cuidados nos lo prodigamos a nosotros mismos. Se produce una transformación de nuestros significados, al vislumbrar múltiples perspectivas y ubicarse en otro nuevo contexto.            
 Se produce el tan ansiado encuentro con uno, comienzan a bajar las exigencias se establece una autopercepción del si mismo, es decir que uno se empieza a reconocerse como persona ,que construye proyectos y tiene ideales .Aquellas antiguas creencias a las cuales llenábamos semánticamente de un sentido erróneo , dejan de tener peso propio se transforman solo en eso, un cuento que nos contamos a nosotros mismos cuyo argumento era un, sin sentido era armar un rompecabezas, qué habitaba solo nuestro propio mundo, y en nuestro cerebro y sus fantasias, por supuesto que los personajes eran tétricos, fantasmagóricos , pero tan conocidos que formaban parte de nuestra existencia.
Hay una especie de catarsis, donde se ponen en juego factores existenciales, el grupo tiene un alto valor correctivo, hay un aprendizaje interpersonal muy intenso, se siente un sentimiento de pertenencia, hay un intenso aprendizaje de técnicas de socialización, de asertividad y se desarrolla el altruismo.
Allí se descubre que hay humanos que sufren de la misma manera que nosotros que no estamos solos que el universo está  plagado de criaturas que sufren, lloran y ríen a la par

jueves, 1 de marzo de 2012

Grupos de Autoayuda

Si sufres de violencia verbal y psicologica,la unica que puedes ayudarte eres vos, por lo cual la decisión de tomar el problema y resolverlo es tuya, hay lugares donde se puede compartir experiencias y lograr realizar un proceso de recuperación con la ayuda de personas o pares que estan pasando por la misma situacion , la ayuda del grupo es invalorable ya que es un camino muy dificil,con el aporte y el testimonio de compañeros que estan pasando por situaciones similares lograrás realizar grandes cambios Solo hay que animarse, en Buenos Aires, en el barrio de Caballito puedes acurdir y son muy accesibles t.e. 011-1563749009